
“Las cenas de empresa son una ocasión excelente para conocer mejor a los colegas de trabajo con los que no se tiene contacto directo, los mandos superiores y los jefes” apunta Ernesto Poveda, economista, presidente de ICSA, empresa especializada en investigación, consultoría, headhunting y sistemas y aplicaciones de recursos humanos, con sede en Barcelona.
“Todo esto, en un contexto relajado y desenfadado donde, además, uno tiene la posibilidad de enseñar su verdadera personalidad, su ingenio, su saber estar, su sentido del humor, cualidades que nos hacen sumar puntos”, continúa Poveda, “y eso no siempre es fácil porque, a menudo, las jerarquías laborales hacen que nuestras propuestas o comportamientos aparezcan ante los jefes tamizados por los mandos intermedios. Es pues un buen momento para acercarse y proponer esa idea o mejora que tenemos en la cabeza directamente al jefe, o conseguir una cita con él o ella para hablar con más tiempo del tema. No hay que presionar ni ser pesado, pero si la ocasión se presenta está bien que sepamos aprovecharla”