
En una sociedad en que la cultura dominante es la de “usar y tirar” no cuesta entender que no se sepa apreciar la gran aportación de valor que supone disponer en las organizaciones de personas altamente cualificadas y con un excelente nivel de experiencia, bien sea vía retención bien sea vía captación de los mismos. Todavía algunas organizaciones equivocadamente “modernas” se precian de no incorporar personas de edad superior a 45 años. ¡¡¡Craso error!!!
Están excluyendo a un gran número de personas altamente cualificadas y con un valor añadido importantísimo y diferencial que no se aprende en ninguna prestigiosa escuela de negocios, ni nacional ni internacional: la experiencia acumulada en su carrera profesional (sumatoria de errores y aciertos vividos) que fortalece enormemente la capacidad de focalizar sus decisiones en los éxitos conseguidos en el pasado, evitando repetir los errores del mismo.